lunes, 24 de diciembre de 2007

Dejar de ganar




Una pregunta

Ella lo mira, entonce el le sonríe. Ella se le aproxima; el se sorprende y se prepara. "Te puedo pedir algo", le dice ella. "Lo que quieras", contesta el. Todo parece indicar una situación de levante, hasta que ella le pide que se corra, que quiere ver a Mariano Martinez. Solo le alcanza con verlo, porque no se le arrima (¿Por qué no se le arrima?), apenas le sonrie. Al igual que quienes ven una fotografia o ven fotogramas de telenovela solo ve (y siente, claro esta). Le alcanza con eso y luego fantasear. "Fantasear", he aquí la llave o keyword... Porque miles de personas fantasean con Mariano Martinez, chicos y chicas, ancianos y ancianas, todo un arco iris de personas lo abrazan ocularmente y fantasean...
Mariano Martinez es un ganador, es un winner. Pero ¿Por qué es un winner? ¿Qué ha ganado? Ha ganado el espacio y el tiempo de la fantasia; ha ganado el calor de miles; ha ganado el aprecio, las ganas de "tocarlo todo", de "hecerle todo"... Mariano Martinez (desde ahora MM) es un winner. Y ¿Cuando gano? Ha, eso es otra cosa. No lo gano nunca. Pero ¿Entonces no en un winner? Si, es un ganador, el es el ganador, nuestro super-macho-blanco-alto-lindo-ganador y ante el cual se derriten ellas y no ellos. Porque a Ellas le gustan ellos y a ellos, ellas ¡Las cosas en su lugar!, gritan desde los medios. Entonces, la pregunta por el cuando gano MM se transforma y adquiere nuevo sentido, se transforma en ¿Cuando gano el super-macho-blanco-etc.? ¿Habra ganado? ¿Asistimos a la disolucion de una ilusion y entonces los medios emparchan -dan manotazos de ahogado- un relato escualido al que se le ha borrado su historia?

A otra cosa, mariposa

El flujo de fotogramas va trazando una historia en la que ubica a tres personajes: el ganador, la chica linda y el "perdedor". Al finalizar el comercial, una voz en off, para fijar el sentido (¡No vaya a ser que se ande pensando cualquier cosa!), dice "ganale en algo a Mariano Martinez". Parece que Don Clarin ofrece esa posibilidad, la de enfrentar a MM y a alguien, al perdedor, a los miles de perdedores (¿Cómo se construye la figura social del perdedor?).
El perdedor y el ganador, una oposición binaria más que solo adquiere sentido en el tablero de la competición social. "¿Competimos?" dice una voz suave, perfumada; la misma que más tarde dice "perdedor"... Un poco de competencia, otro poco de oposiciones, lo llevamos al horno de Noble y ¡Ya esta! Ahi están, los roles distribuidos para que alguien los ocupe... La gente ¿Ocupa esos lugares?
Una vez construida la figura social del perdedor (figura que tiene historia, que tiene dolor, que tiene vida) habrá que representarla. La voz en off interpela ("ganale") a quien está escuchando, lo trata de perdedor y si, tal vea, gana, entonces, se operara una transformación. De ahora en más, el ganador, el winner ya no es más MM... O ¿Si?
Quien gana, en su intimidad más profunda, festeja, realiza su transformación individual, pero no una transformacion social... La figura del social del perdedor sigue tan fría como siempre, tan eterna como antes.
El tablero social sobre el cual se dibujan dicotomias sigue tan lleno de cuerpos competidores como simpre, cuerpos que producen afecciones tristes: el que gana y el que pierde, el que tiene y el que no tiene son cuerpos que, en este tablero, con estas reglas de juego, en su encuentro se afectan tristemente... habría qué ver cómo lograr más afecciones alegres, más encuentro amistoso y abrir nuevos territorios, tableros, que promuevan encuentros de alegría. Tal vez, habría que tirar el mazo de cartas que nos da Don Clarin y jugar a otra cosa, por ejemplo, a la botellita, con amigos y amigas que vemos siempre.

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