viernes, 9 de mayo de 2008

Bolivia afloja las grampas colonialistas. Matías Barreto

La historia es lejana en tiempo y tiene, como protagonistas a unos hombres, sedientos de plata, que navegaban por océanos poblados por bichos mitológicos; y, por otro lado, habitantes de tierras riquísimas. Entre ellos, navegantes y pueblos originarios de América, un encuentro de extrañeza, para ambos. Los ojos americanos veían “Dioses” que eran anunciados por profecías antiguas; los ojos europeos veían, con los ojos de dios, llenos de Biblia y perorata inquisidora, “bestias”, “mentes infantiles”, “animales”. Ese encuentro llevaría, tras grandes derrames de sangre, al triunfo de los navegantes europeos y la invisibilizacion de los nativos. Esa derrota marcaría una tajante división, más tarde intelectualizada en la formula divisoria: “civilizados” y “bárbaros” o conquistadores y conquistados, blancos y nativos, visibles e invisibles.

Hoy, a más de 500 años de aquel enfrentamiento y con cambios en el mapa económico y geopolítico, la división “civilización y barbarie” sigue operando en la mente y en el cuerpo. Michel Foucault, pensador francés, decía que “el alma es la prisión del cuerpo” y Spinoza, allá por el 1600, mucho antes que nuestro amigo francés, se preguntaba por el cuerpo: “¿Alguien sabe lo que puede un cuerpo?”… La coyuntura actual nos obliga a unas preguntas: ¿Qué pasa cuando, al fin, el pensamiento colonialista engrampado en la intelectualidad, en la mente, en el alma, comienza a aflojarse? ¿Qué pasa con el cuerpo entendido como cuerpo invisibilizado de un colectivo social, de los pueblos originarios, de los olvidados?... Miremos hacia Bolivia. Nuevamente, nos llega el pensador francés, quien decía “donde hay conflicto, donde hay tensión y puja, seguramente hay lucha por poder”.

¿Qué pasa en Bolivia? Pasa que pueblos excluidos han encontrado representatividad en un “bárbaro” llamado Evo Morales. Y pasa que ese “bárbaro”, de procedencia Aymara, ha conducido un proceso de creación de una nueva Carta Magna que prohíbe, en su artículo 312, la privatización de los recursos naturales bolivianos. Ese articulo atiende la cosmovisión de los pueblos originarios, quienes entienden que hay un continuo entre el hombre y la naturaleza, el hombre es fruto de la Pacha Mama; pero, atenta contra la oligarquía nacional, financiada por EE.UU., representado por el embajador Philip Goldberg; oligarquía agrupada en la “media luna”, ocupando las tierras más productivas del país. Es ese grupo de títeres oli-GARCAS, el agente que emplean los Estados Unidos, como lo explica López Montaño en “Oligarquía imperial y criolla pretenden balcanizar Bolivia”, para desestabilizar el gobierno y apropiarse de los recursos naturales para la producción de biocombustibles o, como los llama el escritor Rafael Bautista en su articulo “¿Qué hay detrás del autonomismo?”, “necrocombustibles”, puesto que su producción lleva a reducir la producción de alimentos, al desabastecimiento y al aumento de precios: la vida peligra, peligra en su condición más real, más cruda: sin alimentos, no es posible vivir.

Ese enfrentamiento entre “bárbaros”, según los “cruzados”, y “civilizados” (¿Según quienes?) es lo que ha llevado a estos últimos a disfrazarse de corderos y pasar “separatismo” por “autonomismo”. Entendámonos, el separatismo oligárquico, acompañado, apoyado y financiado por los Estados Unidos, no tiende a la democratización de los recursos, sino a la inserción de ellos en un sistema neoliberal que privilegia a la empresa por sobre la vida.

La carta magna boliviana, en su preámbulo, dice: “Dejamos en el pasado el Estado colonial, republicano y neoliberal. Asumimos el reto histórico de construir colectivamente el Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario…” El pueblo boliviano enfrenta ese desafío. Habrá que ver, pero algo ha cambiado: los pueblos han despertado su cuerpo, han quitado el manto de colonialismo que pesaba sobre ellos. Tal vez, hayan descubierto lo que puede un cuerpo.

1 comentario:

Evange dijo...

Exquisito escrito! para devorarselo completo.


Besos!!


Te adoro!!!!


Evange